viernes, 22 de abril de 2011

Alucinado con mi abuela

La soltería nunca ha sido un problema para mí.
Incluso en ocasiones puede que haya constituido un pequeño alivio, sobre todo en dos momentos bien diferentes:
a) cuando la convivencia conmigo me causa problemas ("el cuerpo dice A, la mente B, el espíritu C... y no hay quien se aclare")
b) cuando observo determinados "momentos pareja" incomprensibles e inconcebibles según mi forma de ser y pensar ("el cuerpo, la mente y el espíritu lo tienen claro y coinciden en que no quieren vivir esas situacion")

Obviamente, cada persona es un mundo. Y estoy acostumbrado a que mi "celibato" sea la comidilla de algunos. De hecho, me da exactamente igual lo que piense cualquiera (me cuesta trabajo vivir con mi forma de razonar, si encima he de actuar atendiendo a lo que otros digan...)
Pero lo ocurrido hoy ya roza lo esperpéntico. No hace ni diez minutos, mi abuela ha entrado en el juego. Generalmente no va más allá de hablar y quejarse de mi pelambrera desorganizadamente caótica y de los 5 pelillos puestos azarosamente en la cara (y a los que cariñosamente llamo "barba") Pero hoy, tras oirme despotricar de la semana santa, ha dicho:
"No te gusta la semana santa, no te gusta el fútbol, no te gusta el tenis... no te gusta nada. Ni las mujeres"

Tu quoque, avia mihi

2 comentarios:

  1. La sabiduría de nuestros mayores...

    ResponderEliminar
  2. No viene a cuento, pero me gusta el diseño de este blog, y el tipo, tamaño de letra, etc...es muy agradable de leer

    ResponderEliminar