viernes, 26 de agosto de 2011

En boca de Shakespeare

"Mucho me asombra que un hombre que se percata de las locuras de otro cuando consagra sus actos al amor pretenda, después de haberse reído de semejantes ligerezas pueriles en los demás, convertirse en tema de sus propias burlas enamorándose.(...)
¿Será posible que yo también me transforme, y vea de esa manera con estos ojos? No puedo asegurarlo. Pienso que no. No juraré, empero, que el amor no sea capaz de cambiarme en ostra; mas si puedo hacer voto de que, mientras no me convierta en ostra, no hará de mí un necio semejante. Una mujer es bella; pero yo no salgo de mis trece.Otra es discreta; pero yo no salgo de mis trece. Otra es vistuosa, y en mis trece me quedo. Mientras no se junten en una mujer todas las gracias, no entrará ninguna en gracia conmigo. Habrá de ser rica, eso sin duda; discreta, o no la querré; virtuosa, o jamás haré contrato con ella; hermosa, o no la miraré nunca; dulce, o procuraré no acercarme; noble, o no me conquista, aunque sea un ángel; de agradable discurso, excelente cultivadora de la música, y sean sus cabellos del color que a Dios plazca."
W.Shakespeare.
Mucho ruido y pocas nueces
Acto II. Escena III

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